Elías Quijada/ Lin Mendivil
Si alzamos los ojos al cielo, un lucero brilla con luz inagotable a millares de kilómetros en el extenso firmamento, así era la esencia de nuestra compañera universitaria Lucero Arcos Rivera, quien hizo un cambio de residencia a un lugar de paz donde sigue sonriendo, característica física que la distinguía cuando caminaba en los pasillos del edificio de Rectoría.
Quienes tuvimos la dicha de compartir momentos con ella, era grato saber que aún existían seres humanos con espíritu confortante, que hacía su trabajo con excelencia, dedicación y con mucho amor, así era Lucerito; nombre que se ganó a pulso por su amabilidad y sencillez.
Nació y vivió parte de su infancia en la ciudad de Xalapa, Veracruz, lugar del cual guardaba dulces recuerdos de la infancia, de la casa de su abuela paterna, de sus amigos y los juegos de su niñez sobre la cancha deportiva donde corría y jugaba empezando allí a construir sus primeros planes de vida.
El destino la trajo a la ‘Ciudad del Sol’ para encontrarse con otros sueños, otras vivencias y otras personas, entre ellas su esposo Whesley Froylan Cordero Pantoja con quien, llena de ilusión y proyectos, se casó en 2019.
Desde que se incorporó como trabajadora de la Universidad de Sonora, en la oficina de la Junta Universitaria, rápidamente se ganó el afecto y confianza de sus compañeros para quienes siempre tuvo una sonrisa, un gesto amable, una palabra de aliento para sus amigos o para cualquier persona que la necesitara.
Búha de corazón, pues estudió la Licenciatura en Trabajo Social en la máxima casa de estudios del estado; el pasado 24 de diciembre cumplió 35 años, más de tres décadas dejando huella en los corazones de quienes tuvieron la fortuna de convivir momentos inolvidables que quedarán grabados en las memorias de sus amigos y en especial de sus padres Armando y Luz Elena, sus hermanas Luz Iveth, Danira Elizabeth y Sofía.
La repentinamente muerte de Lucerito ha consternado a quienes tuvimos la oportunidad de convivir con ella en el plano laboral y personal, y nunca perdimos la esperanza de volver a verla.
Deja un vacío inexplicable.
Los servicios fúnebres se realizarán hoy 2 de abril de 12:00 a 16:00 horas en la capilla A3 de la funeraria San Martín, ubicada en la esquina del bulevar Luis Encinas y calle Juárez en Hermosillo, Sonora.
Su partida deja corazones desconsolados, y tal vez la fortaleza de la fe pueda brindar algún consuelo.
Descansa en paz, Lucerito.